Desde sus inicios, Corporación Financiera Alba ha orientado sus inversiones hacia la generación de valor a largo plazo basándose en un modelo de crecimiento rentable y sostenible, la diversificación de riesgos sectoriales y geográficos y una prudente política de endeudamiento.
En consecuencia, Alba invierte en empresas líderes, con un sólido equipo directivo, con una gran fortaleza y flexibilidad financiera y con una probada ventaja competitiva en su sector.
Como accionista, Alba tiene vocación de permanencia a largo plazo y de compromiso con los socios y con el equipo gestor de las sociedades en las que participa. Asimismo, la experiencia y la reputación acumulada durante cerca de 40 años de actividad inversora permiten a Alba aportar valor a sus participadas desde su posición de accionista minoritario pero significativo y su participación activa en el Consejo de Administración y en otros órganos de gobierno de estas sociedades.
Las inversiones que puede realizar Alba no están restringidas ni por ámbito geográfico, ni por sector ni por tipo de activo financiero. Sin embargo, Alba se ha centrado en la inversión directa en participaciones accionariales relevantes el capital de un número relativamente limitado de sociedades cotizadas y / o no cotizadas, en las que Alba cuenta con representación en su Consejo de Administración.
Sus inversiones han estado históricamente enfocadas en sociedades españolas, la gran mayoría de ellas muy internacionales, pero, en los últimos años, se ha ampliado el universo de inversión a sociedades con sede fuera de España, que representan actualmente más del 40% de su cartera.
La filosofía de inversión a largo plazo y la presencia relevante en un número limitado de sociedades, tanto en participación accionarial como en peso relativo de cada una de ellas en el total de activos de Alba, hacen que la cartera de Alba, aunque diversificada sectorialmente, tenga un cierto componente de concentración y de estabilidad a medio plazo. Sin embargo, históricamente, Alba ha reposicionado su cartera de participaciones, de manera gradual y no traumática, saliendo de sectores que en su momento fueron tradicionales para la compañía y entrando en otros nuevos en los que ha considerado que existe un mayor potencial.
